sábado, 27 de febrero de 2010



Con estas tardes inquietas

Destejiendo del vértigo las madejas

con estos miedos a cuestas

con esta trashumancia que ya es una proeza

Con esta ausencia siniestra

de sonrisas

Con estos dedos que tanta tinta vertieron

Con estos delirios tan sueltos

Con esta piel que dice que hubo lanzas

Que hubo viento

Que no conserva caricias

Que apenas recuerda los fueros

Que ha escindido la envidia

Con estos pies desprendidos del suelo

Con esta cabeza despegada del cuerpo

Con mis dos piernas

Que asaltaron al tiempo

Que caminando encontraron lo eterno

Con estos entuertos que despreciaron la meta

Por carecer de deseos

Con esta espalda alada

Que cargo cruces pesadas

Y abrigos de lana

Con esta soledad que llevan mis ganas

Tan olvidadas

Están en mis sabanas

Con estos ojos que vieron demasiado lo que no debieron

Que juraron vengarse

y en el espejo de si mismos se rieron

con estos labios que se dicen pedantes

con estos besos que se escapan al aire

con estos anhelos buscando un amante

con este semblante en cada cicatriz

que tanto me arde

con esta tragedia que en los paisajes

oculta me asedia

con esta salitre de mar arañado

mi boca dispar y contenta

con esta incertidumbre voraz

que no me da una noche de tregua

de paz

con este gorrión acomodándome ideas

con su parcimonia letal

con esa molestia inconexa

que destraba mi bronca cuando me dicen pendejo

con esa puñalada de seda

cuando el amor dura mas que la luz de las velas

con esta familia convexa

que nunca entenderá mis huellas dispersas

con este desacierto

que lo siento grandeza

en fin…

con las muchas cosas que soy

con mis glorias, con mis flaquezas

gastando las suelas
aletargando las metas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario