viernes, 21 de junio de 2013

Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa; que todo aquello que toco ya lo he tocado; que soy prisionero de un interés indecente; que cada convalecencia es una recaída; que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo; que también el humorismo forma parte del bloque inamovible; que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo; que no intento todavía reconocer quién soy; que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre; que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias; que no saldré nunca de aquí por más que sonría; que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada; que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola; que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura; que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.