martes, 25 de agosto de 2009

YA NO se encantarán mis ojos en tus ojos,ya no se endulzará junto a ti mi dolor.Pero hacia donde vaya llevaré tu miraday hacia donde camines llevarás mi dolor.Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos un recodo en la ruta donde el amor pasó.Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste. Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy....Desde tu corazón me dice adiós un niño.Y yo le digo adiós.
No por amor, no por tristeza, no por la soledad; porque he olvidado ya tus ojos, hoy tengo ganas de llorar. Se va la vida deshaciendo y renaciendo sin cesar, la ola del mar que nos salpica no sabemos si viene o va. La mañana teje su manto qu la noche destejerá, a la noche nunca le importa quien se fue sino quien vendra. Tu eres mi vida y yo sabia, que eras mi vida de verdad,pero te fuiste y estoy vivo y todo empieza una vez más. Hoy he olvidado ya tus ojos y tengo ganas de llorar..?;

miércoles, 19 de agosto de 2009

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!
Alguna vez la encuentro por el mundo y pasa junto a mí: y pasa sonriéndose y yo digo ¿Cómo puede reír? Luego asoma a mi labio otra sonrisa máscara del dolor, y entonces pienso: “¡Acaso ella se ríe, como me río yo!”
Que ingenua puede ser la gente cuando cree que esas personas especiales que aparecen, porque siempre aparecen en algún momento de la vida, puedan ser olvidadas como si nada. Que tontos que somos algunos cuando decimos adiós sin querer decirlo. Que arrepentidas que vuelven las personas a buscar a estos afectos que quizás lastimamos sin querer hacerlo. Que increíble el hecho de que alguien pueda llegar a tomar tanta importancia en nuestra vida, a tal punto de formar parte de uno mismo. Entraste a mi vida, cuando más te necesitaba, apareciste y dejaste huellas que me marcaron. Logramos construir algo sano y sincero. Sin sobresaltos, y con sorpresas llenas de alegrías que fueron nuestra compañía. Hoy te extraño más que nunca, porque sé que eres tú quien me hizo más feliz y quien hacía que me duerma tranquilo, sabiendo que mañana iba a ser un gran día.
Me se el único culpable de mi presente, ya que nadie me obligó a sentir algo tan profundo. Imagino mi pasado y noto un gran cambio, mi sonrisa no es la misma, ahora es sólo un disfraz. Nadie lo va a entender, por eso ya no hablo del tema, además soy conciente de que no tiene solución, o mejor dicho depende de una persona que no está dispuesta a solucionarlo. Está más que claro que ya no soy el mismo, y sospecho que jamás volvere a serlo, en principio porque a pesar de mis escasos años creci y obviamente voy a seguir creciendo, pero por sobre todas las cosas por ese amor que me marcó, que me quitó las ganas de creer y de querer, ya no pienso que el amor sea tan bonito como lo describen las típicas tarjetas ...
No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo. No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. Pero cuando me necesites estaré junto a ti. No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides. No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser. Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
Algunas veces siento que el mundo es tan grande y yo tan pequeño. A veces creo que estoy en una conversación conmigo, donde yo mismo me ignoro. Creo que me pregunto y no me respondo, supongo que en el fondo sé que soy demasiado sensible como para hacerme sufrir y la verdad nos hace sufrir. Veo cómo se me va el tiempo, que todo se me escapa de las manos, que lo que tanto busqué se está yendo, y no sé cómo retenerlo. Que todo lo que tengo de a poco lo pierdo. Que necesito unos brazos que me sostengan fuerte por horas...solo a veces...
Quiero olvidarte, quiero borrarte, quiero sacarte. Quiero que me dejes en paz, que no aparezcas cada vez que crees necesitarme, quiero que de una vez te largues de mi vida, quiero que olvides mi dirección, mi teléfono, mi voz, mis palabras, mis abrazos. Quiero ser feliz y entregarle todo lo bueno que un día te di a alguien que si lo valore y que me quiera como yo soy capaz de querer. Quiero olivdar tu cara, tus ojos, tus manos, tus palabras, tu risa, tus sueños y tus miedos.Quiero que no me importes.Quiero no extrañarte.Quiero que no duelas.Quiero...quiero.....QUIERO QUE OLVIDES TODO LO QUE ACABO DE ESCRIBIR.
Nunca conté los días a tu lado pero hoy tengo muy clara la cuenta de los que llevo sin ti. Los besos, los abrazos, cada caricia son hoy recuerdos que me acompañan, y que sin dudarlo, atesoro. Es por eso que te dedico cada sonido dulce, cada vez que el sol brilla, cada momento de paz y sosiego, cada mirada profunda. Si no soy para ti o no eres para mi, no lo sé. Pero supongo que cuando llegue el tiempo, me gastaré la vida tratando de buscar una explicación a este no sé qué, que no me deja olvidarte.

martes, 18 de agosto de 2009

Las formas del engaño

De entre todas las vidas que una vida puede encerrar, tú y yo nunca escogimos precisamente aquella que podría habernos hecho odiar todas las otras,esa que hubiera sido sólo nuestra.Pero quizás la vida no se escoge y es ella quien elige. O es el azar quien le da una medida a nuestros sueñosy los cumple o los niega sin destino,con una sorda y terca voluntad que sólo de sí sabe, a pesar nuestro.O quizá es una forma de destino lo que ahí se nos muestra oscuramente,y en el pasado esté nuestro futuro definitivo ya, antes de escrito,aunque no acierte el alma a descifrarlo,pues el tiempo lo cifra y ella es tiempo.O más sencillamente, acaso sea todo esto cuestión de cobardía y nuestro amor, posible o imposible,una educada forma de engañarnos.
"A veces pienso que uno hace las cosas que tiene que hacer en el momento y le parece bien, que es lo correcto, pero tiempo después uno se da cuenta que las cagó, que jamás debió hacerlo pero que ya es tarde para echarse para atrás porque ya no hay nada que hacerle, lo pasado, pasado. Pero hiciste lo que tuviste que hacer. Sino lo hubieras hecho, hubiera sido un cobarde, te hubiera traicionado a ti mismo y todavía estarías arrepintiéndote."
Ella no fue, entre todas, la más bella,pero me dio el amor más hondo y largo.Otras me amaron más; y, sin embargo,a ninguna la quise como a ella.Acaso fue porque la amé de lejos,como una estrella desde mi ventana...Y la estrella que brilla más lejananos parece que tiene más reflejos.Tuve su amor como una cosa ajenacomo una playa cada vez más sola,que únicamente guarda de la olauna humedad de sal sobre la arena.Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,como el agua en cántaro sediento,como un perfume que se fue en el vientoy que vuelve en el viento todavía.Me penetró su sed insatisfechacomo un arado sobre llanura,abriendo en su fugaz desgarradurala esperanza feliz de la cosecha.Ella fue lo cercano en lo remoto,pero llenaba todo lo vacío,como el viento en las velas del navío,como la luz en el espejo roto.Por eso aún pienso en la mujer aquella,la que me dio el amor más hondo y largo...Nunca fue mía. No era la más bella.Otras me amaron más... Y, sin embargo,a ninguna la quise como a ella.

domingo, 16 de agosto de 2009

Viceversa


Si escribo hasta desangrarme, es porque entre cada tilde me hallé entre recovecos.Si me detengo a enfatizar las contradicciones, es porque ellas jamás se contradicen; porque justo donde he plasmado a una de ellas; brotarán las respuestas a preguntas que después no me atrevería a preguntar. Si me da por evadirlas, por mirarlas por encima del hombro, de reojo, indiferente, febril o escépticamente, preocupado, con amor, con odio…Si me da por acercarme, por ver a través de ellas, veré un par de fantasmas: cascarones de personas que antes no fueron sino yo mismo. Porque si me vuelvo traslúcido, es porque me parezco cada vez un poco más a los fantasmas enfermos de esos textos inconclusos.Y si me da por intentar detenerlas, entenderlas, acabaré peor y mejor de lo que estaba, mejor y peor y viceversa.Si me aletargo entre palabras indefinidas, sé que jamás estaré solo, pues ahí estará élla, y se unirá.Si plasmo el mismo tono en todo, es porque resulta remedio infalible para curar mi abstinencia de ti. Si te escribo hasta desangrarme, es porque el amor merece toda la sangre del mundo, toda la tinta del mundo, toda la tinta, toda la sangre, y así en viceversa la merece. Porque cada una de ellas corre como ríos de incertidumbre que se mezclan para escribir(te) cada texto.Si escribo hasta desangrarme, es porque con cada gota salen esos tus viejos recuerdos, los cuales ya no puedo ayudar, ni impedir que me hieran, porque ya no me pertenecen.Si escribo hasta desangrarme, agotarme, cansarme, arrastrarme, extasiarme, arrebatarme, embriagarme, es porque sólo la sangre me pertenece, y de nuevo en viceversa, sólo yo le pertenezco a ella…

martes, 11 de agosto de 2009

Me petrifico ante la nada, impetuoso deseo por volver...reencarnar en aquélla vieja imagen que daba, orgullosa de lo que fui.No respeto a mi conciencia, al fin y al cabo siempre acaba traicionándome.No respeto a la ignorancia, siempre acaba imitando sus pasos.Tengo un sueño, algo más que un deseo, quiero cumplirlo pero me da miedo caer y no volver a levantarme. Tengo miedo de que me despellejen el corazón y que nunca más llegue a sentir amor.
Observo a mariana. La miro detenerse frente al espejo del ropero más tiempo del que solía tardar. Lo sé, porque ella se levanta primero y he observado con cuidado las sutiles variaciones de sus rutinas. La elección de su ropa es lenta, como si no estuviera segura de lo que quisiera vestir. Arroja cosas sobre el sillón y sigue buscando hasta encontrar el color preciso. Es como si yo no existiera en esos momentos y creo entender su proceso. Sin preguntar ni opinar nada acerca de la elección o de cualquier cosa, permanezco en la cama, fumo un par de cigarrillos más y sigo mirando. Tomo notas en este cuaderno y espero. La edad enseña, a asistir silenciosos a las ceremonias de cambio en los seres que queremos.Cuando está lista, su sonrisa es un poco de papel. Intenta disimular algo que todavía no puede confesarse. Esconde una duda, lo sé, pero ella no sabe que lo sé. Se acerca, me besa en la frente, en la boca despacio y se va en silencio al trabajo.Debe ser porque hoy es martes que recuerdo la primera vez que nos vimos. Hacía frío y los vidrios del tren estaban empañados con el aliento de los oficinistas. Todos peleábamos contra el invierno que hacía temblar los vagones en ese lento vaivén de la mañana. La vi subir y acomodarse junto a la puerta para mirar, como lo hacíamos todos, a través de la ventana. Se veía bonita de perfil, pensé, algo distraído, mientras revisaba los titulares del diario.Supongo que si no hubiéramos caminado al mismo paso a la bajada del tren, intentado tomar el mismo taxi y si no hubiera empezado a llover justo esa mañana en que ella no llevaba paraguas y yo sí, no dormiríamos juntos desde entonces. Pero eso pasó hace mucho y ahora ella toma el automóvil y parte temprano con una tácita promesa de retorno que nunca le he pedido.La observo por las noches en su deambular incesante por la casa -no he dicho que vivimos en una casa grande-. Yo le ruego que se detenga y converse conmigo antes de comer. Pero Mariana me dice qe tiene que ir hasta el jardín, que los perros ladran muy fuerte, que las plantas o que el portón, cualquier cosa menos sentarse a mi lado, frente a su otro espejo. Sé que me teme, que se teme a sí misma y la entiendo. Solo me queda mirarla desaparecer y aparecer con un té caliente y otro beso que me dará cerca de la boca y mi boca querrá abrirse y abrazarla, pero ella preferirá apoyar la cabeza sobre mis rodillas y yo le pasaré la mano por el pelo que enredaré entre los dedos y olerá a calle, a vida, a lluvia de martes y me preguntaré si guarda otros olores que no percibo, que no conozco. Tocaré un ángulo de su hombro y temblaré sintiendo que ella se acurruca más aún entre mis piernas y me calmaré, convencido que su amor ha sido mío. Quizás debiera preguntarle por qué no es feliz, o si lo ha sido alguna vez conmigo, pero no lo haré. Preferiré su silencio de siempre, su desaparecer de todos los días de mi lado, al otro lado de las sábanas.No sé en realidad por qué pienso en esto mientras no está. Será que la vejez me llegó hace algún tiempo y la conozco. Uno va refugiándose poco a poco, casi sin darse cuenta, en las cosas conocidas y propias, los libros de cabecera, o ese par de zapatos viejos que debimos arrojar a la basura hace un lustro. Reconocemos esa tos nuestra de las madrugadas y cultivamos la costumbre del vino después de la cena. Después, nos entregamos mansos al blando cobijo de la almohada, a la mano que apretamos antes de dormir o a otra que extrañamos alguna noche, perdida en los secretos pliegues de nuestra memoria.Esas son cosas de viejo y las conozco. Me da un poco de ternura y un poco de rabia también, reconocer que le ocurrirá lo mismo y que tiene miedo.Alguna vez le hice el amor todas las noches y ella después se dormía tranquila y feliz. Ahora no.. cada cierto tiempo, me atrevo a besarla como antes y la amo, juro que la necesito tanto que me contengo de decírselo porque noto las pequeñas amenazas de arrugas en los extremos de sus ojos, porque he asistido al cambio repentino de sus tiempos, porque se detiene a mi lado menos de lo que espero, porque quiero tenerla cada vez más, porque estoy cansado y ya no me dan ganas de levantarme cada mañana, porque ella aunque todavía no lo sabe, está partiendo, y maldigo el no saber guardarla de alguna manera.Tal vez, todo hubiera sido diferente si en esos días yo no hubiera tenido tantos temores. Yo sabía que me quedaba poco tiempo y ella tenía todo el tiempo del mundo. Pero la tomé, irresponsable, y ella me tomó y acá estamos, en esta extraña cautela diaria, mientras tarda más que de costumbre en el baño, se maquilla y se arregla la falda como si tuviera dieciséis y fuera a salir a una fiesta. Y yo aquí, en la cama, en esta maldita espera, escribiendo, revisando mis papeles, mis tantos errores........haciéndome trampas para convencerme de que ella nunca, nunca subirá a un tren como yo ese día cuando la elegí, en medio de la muchedumbre y la lluvia, así por puro instinto, para extrañarla el resto de mi vida.

lunes, 10 de agosto de 2009

Puede separarme la distancia de tu abrazo, puede distanciarme el mar de tu retrato; puede que una opción sea el resignarme, a rogar al tiempo eterno a que pase. Pero al menos nadie puede arrebatarme el mirar el cielo y recordarte, nadie; Ni tampoco pueden evitar, que hasta sienta ganas de llorar.

sábado, 8 de agosto de 2009

Mar adentro, mar adentro. Y en la ingravidez del fondo, donde se cumplen los sueños se unen tantas voluntades para cumplir un deseo. Un beso enciende la vida con un relámpago y un trueno. Y en una metamorfosis mi cuerpo no es ya mi cuerpo. Es como penetrar al centro del universo. El abrazo más pueril y el más puro de los besos, hasta vernos reducidos en un único deseo. Tu mirada y mi mirada como un eco repitiendo sin palabras: más adentro, más adentro. Hasta el más allá del todo por la sangre y por los huesos. Pero me despierto siempre, y siempre quiero estar muerto. Para seguir con mi boca enredada en tus cabellos.
Como todas mis ilusiones me duraste lo que un SUSPIRO y aunque pense que seria distinto esta vez cuando roce tus labios , termino como siempre vos no queres saber mas de mi y yo me la paso pensando en vos

lunes, 3 de agosto de 2009

Me ha herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello y por la espalda
me partió a sangre fría el corazón.

Y ella impávida sigue su camino,
feliz, risueña, impávida, ¿y por qué?
porque no brota sangre de la herida...
¡porque el muerto esta en pie.
El tiempo pasa,y yo sigo acà sin un abrazo sincero sin una caricia que me llene de esa ternura que una vez quise tener y no la tube el tiempo se congela en recuerdos de desamor y desinterès,el tiempo no transcurre, yo no transcurro y mi alma se estancò hace años esperando un perdon que nunca llegarà.
De todo lo vivido, se que hay muchas cosas que jamás olvidaré y otras tantas que se irán con el tiempo. Cada situación me ha dejado marcas, como esas marcas inborrables en los brazos de quién busca saciar su dolor a través de más dolor. No quiero que esas marcas se vayan dejando olvido quiero que se queden dando aprendizaje. No soy ni muy bueno ni el mejor, ni el más cuerdo ni el más seguro. No soy mucho, soy poco. Y como poco soy, poco entiendo, quizás no vivo, solo sobrevivo. Pero estoy vivo, y sobrepaso lo malo, lo reprimo, o lo guardo y luego lo transformo en historias. Junto memorias, me aislo, me pierdo. Escribo...yo solo escribo.

Por eso no me pidas que te explique, no me preguntes nada, solo léeme, entende y ojalá sientas... sólo léeme.

sábado, 1 de agosto de 2009

La serpiente y la luciernaga

Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
- Puedo hacerte tres preguntas?- No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.-
¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?- No.
- ¿Yo te hice algún mal?- No.
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar.