domingo, 6 de diciembre de 2009

Tenía

Tenía una gata que me jugueteaba cuando tenía hambre,
Tenía una enfermedad que me inventé
Para tener algo de que mejorar,
Tenía soledad para cuando quisiera hallarme un rato,
Tenía un telón que cubría mis papeles,
Tenía esperanzas, fiestas y sueños,
Tenía amigos que hubieran dado todo lo que no dieron,
Tenía escuelas que me educaron,
Tenía huellas que seguir,
Tenía ilusiones con modelos de pasarela,
Tenía una amiga que era intima puta,
Y que nos enseño a hacer el amor teniendo sólo sexo,

Tenía una canción en el mar que cante siete días para siempre,
Tenía una cita con mi silencio y con mi soledad,
Tenía ganas de seguir teniéndole,
Tenía incoherencia en mis palabras,
Tenía un problema en mi cabeza que me hizo
Victima de doctores y camas,
Tenía cosas que nunca tuve,
Tenía juguetes que me enseñaron a jugar,
Y juegos que me dieron mis primeros naufragios.

Tenía deudas con el pasado que le termine pagando a mí hoy,
Tenía dinero para gastar,
Tenía alevosía para canjear,
Tenía un colchón donde compartí cama conmigo mismo,
Tenía amores platónicos en cada puerta
Que nunca hubieran dado la cabeza por mi corazón,
Ni su corazón por mi cabeza.


Tenía caminos a mi destierro, los cuales inauguré
Con un mal sabor de boca y una utopía disfrazada de dragón.
Tenía hepatitis, varicela y miedo a las alturas,
Tenía ganas de salir a correr ayer,
Tenía epidemias verbales que me oxigenaban la imaginación,
Tenía un matamusas que use por accidente del hastió,
Tenía un castillo sin princesa,
Tenía una red sin peces y un mar sin aguas,
Tenía horizontes descalcificados,
Tenía un niño que se me murió de hambre,
O creo lo mate de angustia.


Tenía ideas que viajaban sin pasaporte,
Tenía inquietudes propias de mi acelerada,
Pero esforzada adolescencia,
Tenía pudor, y tenía la creencia que no se me acabaría,
Tenía familia que no compartían el O positivo,
Tenía amores pasajeros en los trenes de mi ingenuidad,
Tenía razones propias para crecer y olvidarme de tanto,
Tenía eso, y tenia de más,
Pero nunca olvidare sus ojos negros,
Diciéndome “feliz viaje”…
Tenía siempre su recuerdo suficiente,
Y tenía razones para ser feliz…

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