domingo, 6 de diciembre de 2009

He perdido una ventana abierta con vistas a ninguna parte , el miedo que un día creí que llegaría a tener , la vergüenza que desgasté de tanto usar, dos silencios que grité sin querer cuando aprendía a callar, la sombra de una luna de julio ,la tercera vela de mi vigésimo quinto cumpleaños , una caricia que quedó prendida de la mano que te decía adiós , el reloj caprichoso que contaba hacia atrás, un quizás que guardé en un cajón con la esperanza grapada a la izquierda , el espacio que ocupó tu sonrisa en mis ojos , la novena campanada -sin uva -de la nochevieja del 92, la pereza que guardaba para cuando no tuviera nada que hacer ,el asa con que me agarré a la vida cuando supe que debería vivirla sin ti , una ola de mar que lloraba porque los ojos le escocían con la sal, aquél beso robado en un semáforo , una brújula que señalaba siempre al sur y la tormenta que tus manos provocan en mi sangre.

He perdido, las ganas de llorar y la tristeza , una casa sin risas infantiles , la cama sin sueños y sin sueño , y un futuro que ya sólo es recuerdo.

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