domingo, 6 de diciembre de 2009

Desde la quietud de tu pàrpado
Una gota salina se desnuda
Abre sus brazos mínimos
Y va rodando en tu rostro
Tus labios en desierto
Saborean el rayo último de la luz nocturna
Sombras y sonidos desfilan
Motores distantes y aguaceros de distancia
Voces y palabras sueltas aparean el recuerdo
Mientras el tiempo se descifra
En tu dedo meñique
Duerme cenicienta que mañana has de ser relato
Y yo con este papel sucio habré de hacer
Mi despedida.

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