Nace de la ola del viento
cual caballo en el prado,
vislumbrada estrella del tiempo
que se plasma en un legado.
yo te he visto rugir y hablar,
te he sentido en mi andar,
beso puro, limpio y perfecto.
Yo te escribí en una boca que no es mía,
en un manantial que no es de agua,
atamé a tu dulzura con todas tus ancias
tras esta tinchera que nos fragua.
Beso que en verso te jactas,
datas del preso recuerdo;
beso que hieres y sanas
en un silencio de todas mis ancias.
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