El tiempo,
ángel y demonio
que persigue los escritos
hasta la demencia
En el manicomio
de los siglos anteriores
a ningún suicida le falto
la sonrisa en los labios
Las letras fueron su causa
patética, el punto álgido
violentado por el
conflicto de los cuervos
Ves, no leí el espejo
de las aves
sólo pretendí lo paranoico de estar en su jaula.
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