domingo, 6 de diciembre de 2009

Mi muchacha triste

Una minúscula voz le esconde
Sus manos trémulas
Sus pàrpados agrietados
Manos frías temerosas
Confusión
Crecer, desvanecerse, morir
Niña mujer pálida
Hambrienta prohibida
Razón colorida
Olvidada, herida y vuelta al empiezo
Rezo silencioso
Piedad desdeñada
No es tristeza es templanza
No es comida sino vida
Lo que derramas por tus labios
No es anhelo, ni poder
Es querer ser lo que nunca se ha sido
No un titulo, ni una profesión magnate
Solo el abrazo de una madre
Que jamás ha existido

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