domingo, 13 de marzo de 2011

"Entonces empezó mi aislamiento. Y más tarde, al cabo de los años, años amargos y difíciles, después de haberme construido, en severa soledad y penosa disciplina de mi mismo, una nueva vida ascético-espiritual y un nuevo ideal y de haber logrado cierta tranquilidad y alteza en el vivir, entregado a ejercicios intelectuales y a una meditación ordenada con severidad, nuevamente esta forma de vida se me vino abajo también perdiendo por un momento su elevado y noble sentido; de nuevo me lanzó por el mundo de fieros y fatigosos viajes, se me amontonaban nuevos sufrimientos y nueva culpa."

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