jueves, 29 de enero de 2009

Dicen que el amor es bello, puro, natural, tierno, dulce, y que incluso te hace sentir más vivo que nunca, como un sentimiento sublime que llena al ser.Pero nadie dice que el amor es sufrimiento, dolor, amargura, frustración, impotencia, rabia, desesperación, un vacío en el pecho que va creciendo hasta impedir tu respiración, dejarte sin aliento, para finalmente romperte en mil pedazos. Pese a ello, no lo quieres dejar ir porque paradójicamente te mantiene vivo.Necesitas de la otra persona, únicamente pides una mirada, una palabra, un gesto, hasta un desplante: sólo eso basta porque te conformas con tan poco, convirtiéndote en mendigo de amor, en víctima que busca colmillos que se amolden a tus heridas.Pero eso no nos importa: sólo queda la esperanza de conocer el "amor" del que todos hablan como lo más bello, puro, natural, tierno y dulce de este mundo. Esperar, por lo menos, hasta que nos alcance esta vida que llevamos sobre nuestra espalda llagada por los desengaños.

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