
Y perdí el rastro de tu sombrabajo una nube pasajera,en un día pagano.Te seguí a través del recuerdo de tuesencia, que por intervalos el vientoestrellaba en mis huesosy solo conseguía quedarme sin aliento.Olfateaba tu aroma con instinto animala través de los árboles, que como estatuasde dioses vencidos, se compadecían de miinfructuosa cruzada.
Escuchaba el eco de tu silencioen el azul abismo de mi desesperación,tu voz se perdía entre el lamento delas rocas que por milenios veían como suspensamientos se convertían en polvo cósmico.Y tu indiferencia daba la estocada final…
El viento soplaba sin dirección,confusión era el aroma de esa tarde,estaba solo,solo se escuchaba el lamento de miles dealmas mal acompañadas y el canto de diosasolvidadas a las puertas de la iglesia…Te busque entre todas ellas y sentítú sombra pasearse entre mis entrañas…caí arrodillado sobre las espinas, al lado detú tumba gris.
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