domingo, 23 de marzo de 2014

Morir no suena tan mal.

Me encanta la facilidad con la que nos prometemos eternidades que no compartiremos pero sí veremos juntos,mano a mano,codo con codo y puede que (si me dejases) ombligo contra ombligo.

Creo que moriré de viejos olo porque siempre quise morir joven y el karma me debe unas cuantas. Moriré viejo y solo pero ya le voy viendo sus puntos fuertes, tu bailarás salsa con las demás abuelitas,yo babearé un poco más que el primer día que te vi bailar pero ahora con algunas arrugas de más y algún sentimiento de menos y seguramente me pondré celoso del viejo verde de mi derecha que me dirá:'Que buena está la de salsa, ¿Eh?'Y con una mezcla de pena,alegría y asintiendo pensaré como decirle que te conozco mejor que nadie,que a mi no me venga con esas,que el no te ha visto despertar en su cama y el no ha podido desear que duermas para siempre solo para poder observarte una eternidad más.'No me jodas viejo,llevo aquí más años que tú y nunca sabrás lo que yo sé.Nunca podrás tenerla en tus brazos,acurrucada y con una mano en tu tatuaje,sonriendo por cualquier cosa,pero dejándome pensar que es por ti.Y que con eso baste para que te sobre el mundo.'

Seremos viejecitos en el mismo parque y yo seguiré con la broma de '¿Ya?' cuando digas 'Me voy'' Si aun ni he empezado.'Y puede que le tapes los oídos a tu pequeño para que no oiga mis burradas y de paso restarle importancia a ese rosado de tus mejillas arrugadas "Nunca cambiarás".Y sonreiré con una de esas sonrisas tristes de cientos de años queriendo lo mismo:"¿Como voy a cambiar? Sigues existiendo."


                                                                                                                                      Pablo Benavente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario