domingo, 17 de mayo de 2009


Pretendí volver a las raíces del dilema, y me senté a dubitar sobre el fracaso y otros demonios que últimamente me acosan. No entendía si la vida era un laberinto o era yo quien se perdía dando cículos al asunto. Sin minotauro y sin laberinto, no hay más problema que el que uno mismo se crea, cuando por confiarse yerra. Y de equivocaciones peco, pero no soy asiduo a la religión de modo que, pecar por pecar, peca quien quiere pecar, quien es creyente. Y yo aquí, de un tiempo a esta parte, estoy confundido. ¿Peco acaso de incoherente, o no hay peor pecado que la coherencia en un mundo de incoherentes?
He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.


-Jorge Luis Borges-

No hay comentarios:

Publicar un comentario